2. ¿Cuando y por qué empezaste a bailar?
Buff, creo que empecé a bailar desde que tengo uso de razón. De niña recuerdo que muchas veces al llegar a casa después del cole me cerraba en la habitación a bailar y podía pasarme horas sin salir. Era mi momento de desconexión, y la forma que tenía de expresar todo lo que sentía. Hasta que un día mi madre ya cansada de escuchar todo el día mi música decidió apuntarme a clases de hip hop en un gimnasio al lado de mi casa.
3. ¿Por qué has elegido el estilo que bailas ahora?
Tengo que confesar que empecé con la danza del vientre sobre el 2004 porque estaba obsesionada con Shakira, jajaja de hecho me sabía todas las coreografías de sus videoclips de memoria. Tanto, que cuando me apunté por primera vez a una academia a hacer danza oriental, nadie se creía que nunca hubiera tomado clases y la profesora me recomendó pasar del nivel iniciación al avanzado en el mismo curso. Luego, empecé al mismo tiempo el clásico porque veía que lo necesitaba para tener un buen equilibrio al dar las vueltas o para otras cosas técnicas. Y me atrapó! se convirtió en un reto para mí. Y una vez aprendida más o menos toda la técnica, noté que necesitaba expandirme, expresarme sin tantos límites. De ahí que me llamara tanto el Tribal Fusión y el Contemporáneo, porque ambas disciplinas te proporcionan tanto libertad musical como de movimiento, permitiéndote poder fusionar y explorar más todas tus capacidades físicas y emocionales.
4. ¿Cuál fue tu 1ª actuación?
Mi primera actuación creo que fue con el grupo de Hip Hop en las fiestas de Sant Antoni en un escenario puesto en la calle de la Av.Mistral. Recuerdo disfrutarlo muchísimo. Pero quizás mi primera actuación más en solitario (bailábamos una amiga y yo) fue a los 14 años que bailamos en el gimnasio del colegio delante de toda la clase la canción de 'Suerte' de Shakira. Fue muy divertido.
5. ¿Cuál fue la vez que más vergüenza pasaste en el escenario? ¿qué paso?
La verdad que nunca me ha pasado nada supervergonzoso en un escenario. En general, tengo que decir que siempre me pongo muy nerviosa antes de subir a un escenario. Es curioso porque cuando era pequeña, era tímida, pero no sentía ningún tipo de vergüenza bailando. De hecho había participado en campeonatos, concursos, bailado en restaurantes o incluso en medio de las Ramblas pero nunca fui realmente consciente de que hay un público ahí, lo hacía para mí y sin más. Luego con los años, he tomado más conciencia del ambiente, de la gente y sobretodo me he vuelto más autoexigente conmigo misma. Así que noto más presión, por lo tanto, más nervios al subir al escenario. Aunque bueno, tengo que decir que una vez empiezo a bailar, me meto tanto en el ‘papel’ que todo desaparece.
6. ¿Cuál es tu vestuario favorito?
No tengo ningún vestuario favorito, lo que valoro sobretodo es en ir cómoda. Me gusta bailar sin tenerme que preocupar por la ropa. Por eso, suelo bailar con ropa que se adapte bien al cuerpo y con los mínimos atuendos posibles.
7. ¿Prefieres bailar sola o acompañada?
Acompañada, sin duda. Una de las mejores cosas que me ha proporcionado la danza es la amistad. Y es que la complicidad que se crea con alguien cuando bailas tanto en las clases como en el escenario hace que te unas muchísimo a esa persona.
8. ¿Cuál es tu mejor experiencia como profesora y cuál la peor?
Bueno, llevo ya algunos años sin dar clases porque mi contrato (trabajo haciendo un doctorado en neurociencia) no me lo permite. Pero antes estuve dando clases de danza oriental y clásico a niños y adultos. La verdad que mis mejores y peores momentos los tengo con las niñas. A veces salía de clase exhausta y sin voz y otras superllena de ver como evolucionaban y de cómo agradecían todo lo que hacías por ellas. Por ejemplo, recuerdo una vez que fue mi cumpleaños y al entrar en clase me habían preparado entre todas todo de sorpresas. Lo más gracioso fue que todas habían traído su objeto preferido (el peine de Hanna Montana, un collar, una Barbie,…) para regalármelo. Me quedé sin palabras.
9. ¿Quién es para ti el mejor bailarín/a de tu estilo?
En Tribal estoy enamoradísima de Illan Riviere, también me gusta mucho Anasma. De ambos me fascina la técnica que tienen y la creatividad que muestran todas sus coreografías. Y de Contemporáneo me encanta Kathryn McCormik, es una bailarina increíble y una fuente de inspiración.
10. ¿En que te inspiras para crear tus coreografías?
Me gusta mirar videos de muchas bailarines distintos e ir cogiendo ideas. Pero mi inspiración máxima al final es como me siento en ese momento. Cuando conectas contigo y no pones límites te vienen un montón de pasos e ideas nuevas.
11. ¿Qué otras aficiones ocupan tu vida además del baile?
El baile es mi pasión máxima pero también me gusta mucho leer y sobretodo escribir. Soy una persona con muchas inquietudes personales y siempre necesito expresarme de una forma u otra.
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